jueves, 15 de diciembre de 2011

NUEVA TEORÍA FIN DE LOS DINOSAURIOS

Colisión de asteroides fue causa inicial del fin de los dinosaurios
Un nuevo estudio señala que una colosal colisión espacial ocurrida hace 160 millones de años habría provocado la extinción de los dinosaurios.
Según la investigación, un choque de asteroides envió remolinos de escombros alrededor del Sistema Solar, incluyendo un fragmento que posteriormente se estrelló sobre la Tierra haciendo desaparecer a las gigantescas bestias.


El equipo checo-estadounidense encargado del estudio añadió que otros fragmentos cayeron en la Luna, Venus y Marte, dejando las marcas de sus más importantes cráteres.


El estudio, basado en simulaciones por computadora, aparece publicado en la revista Nature.
"Creemos que hay una conexión directa entre este evento, la lluvia de asteroides que provocó y el gigantesco impacto que ocurrió hace 65 millones de años y que, se cree, eliminó a los dinosaurios", dijo a la BBC el doctor Bill Bottke del Instituto de Investigación Southwest de Boulder, Colorado, EEUU.
Varios estudios han estado investigando un aparente aumento de impactos de asteroides en la Tierra en los últimos 100 a 200 millones de años.

El doctor Bottke y sus colegas intentaron mostrar que este aumento fue probablemente desencadenado por el catastrófico rompimiento de una roca de 170 kilómetros de diámetro en el cinturón de asteroides ubicado entre Marte y Júpiter hace 160 millones de años.
Agregaron que la separación del objeto -provocada por una colisión con una roca espacial la mitad de su tamaño- resultó en el racimo de fragmentos visible hoy en día y conocido como la familia Baptistina.

Los investigadores simularon un modelo de la evolución que generó esta ruptura del asteroide y concluyeron que el asteroide habría perdido muchos de sus componentes originales dentro del Sistema Solar.
El análisis del equipo muestra que un fragmento de la ruptura probablemente ocasionó hace 108 millones de años el cráter lunar Tycho, de 85 km de diámetro.
Pero es aún más probable, aseguran los investigadores, que un pedazo incluso mayor provocó el cráter Chicxulub, de 180 kilómetros de diámetro, en lo que hoy es la Península de Yucatán en México.
Esta es la cicatriz del impacto que muchos científicos vinculan al fin del periodo Cretáceo, que marcó la extinción de los dinosaurios.
Resultado "inevitable"
El doctor Bottke explicó que "el rompimiento del Baptistina ocurrió muy cerca de lo que uno podría describir como una superautopista dinámica, una vía de escape para los objetos del cinturón de asteroides y por donde muchos salieron".
"Estos fragmentos comenzaron a vagar en la región donde están situadas la Tierra y la Luna. De hecho, muchos escaparon y se hizo inevitable que muchos golpearan los planetas del Sistema Solar".

Análisis químicos del material conectado al impacto del Chicxulub vincularía al objeto que causó el impacto con la familia de asteroides Baptistina.
En un comentario publicado en Nature sobre el estudio en cuestión, los investigadores de la Universidad de Bruselas Philippe Claeys y Steve Goderis señalan que a menos de que un cometa haya aparecido en los límites del Sistema Solar, "algo poco probable", el asteroide de la familia Baptistina sigue siendo la más probable explicación del impacto de Chicxulub.

"Es un pensamiento conmovedor que la colisión Baptistina de hace 160 millones de año selló la suerte de los dinosaurios del fin del período Cretáceo, algo que ocurrió mucho antes de que la mayoría de ellos hubiese evolucionado".

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Los dinosaurios también tenían vida nocturna

Una investigación estadounidense, que se publica hoy en la revista Science, demuestra que algunos dinosaurios y reptiles del Mesozoico (hace unos 250 millones de años) podían ver en la oscuridad y mantenerse activos durante la noche. Estos resultados contradicen la creencia de que estos animales sólo actuaban de día debido a restricciones energéticas.


“Los ojos de estos animales nocturnos tenían una pupila muy abierta, determinada por la retina y la distancia focal, lo que los convertía en ojos con una sensibilidad a la luz muy buena”, explica a SINC Lars Schmitz, uno de los autores del estudio e investigador del departamento de Geología de la Universidad de California (EE UU).

Los investigadores analizaron la estructura del ojo de 33 arcosaurios –‘reptiles dominantes’, entre los que se encuentran los cocodrilos y las aves-, además de dinosaurios y pterosaurios –‘lagartos alados’- de la era mesozoica.

“Queríamos comprobar si es cierta la hipótesis que afirma que la mayoría de dinosaurios eran diurnos, mientras que los mamíferos eran nocturnos y vivían a la ‘sombra’ de los dinosaurios”, expresa Schmitz.

Los resultados, que se publican ahora en Science, demuestran que los patrones de actividad (diurno, nocturno o catemeral –activo de día y de noche-) de los arcosaurios dependían de la estructura del ojo.

“Los grandes herbívoros estaban activos de día y de noche, probablemente debido a las necesidades de alimentación; los pequeños carnívoros, como el Velocirráptor (Velociraptor), eran cazadores nocturnos; y especies voladoras como los pterosaurios (a excepción de algunos como el Pterodaustro) eran, sobre todo, diurnos”, señala el investigador.

Patrones de actividad similares

Los grupos animales del Mesozoico y los de la era actual son muy diferentes: “dinosaurios vs. mamíferos, en términos sencillos”, diferencia el experto. Sin embargo, los animales extinguidos y los que hoy habitan la biosfera, como los lagartos y las aves, comparten patrones de actividad semejantes.

Los autores vinculan estas semejanzas a la ecología, es decir a la relación de los seres vivos entre sí y con el medio en el que habitan. Para reforzar sus resultados, Schmitz y sus compañeros ya han empezado a estudiar algunos de los primeros mamíferos para extender el estudio a otro tipo de dinosaurios.

sábado, 26 de noviembre de 2011

EL ORIGEN DE LA VIDA//5.- LOS DINOSAURIOS

CARACTERÍSTICAS DE ALGUNOS DINOSAURIOS

TIRANOSAURIO




Especie: Tyrannosaurus Rex.
Su nombre significa Reptil Tirano.
Vivió durante el periodo Cretácico tardío.
Medía de 10 a 14 metros de longitud y pesaba entre cuatro y siete toneladas.
Era uno de los carnívoros más feroces.
Algunos huesos fósiles de
Edmontosaurio y Triceratops muestran marcas de los dientes de este depredador.
Las manos del Tiranosaurio eran tan cortas que no le servían para llevarse la comi
da al hocico.

Se han encontrado fósiles en el oeste de América del Norte.
Durante casi cien años se le consideró el carnívoro más grande, pero en América del Sur y África se han descubierto ejemplares de mayor tamaño, por ejemplo el Gigantosaurio.

APATOSAURIO




Especie: Apatosaurus Ajax.

Su nombre significa Lagarto Engañoso.
Vivió durante el periodo Jurásico tardío.
El Apatosaurio se alimentaba se árboles altos, sobre todo de los brotes y hojas tiernas.
Medía hasta 20 metros de largo y pesaba 35 toneladas.
Es una especie con la cual se han tenido algunos problemas. Cuan
do el paleontólogo Othniel Marsh estudió dos grupos de fósiles, creyó que se trataba de especies diferentes: Apatosaurio y Brontosaurio, pero tiempo después descubrió que era el mismo dinosaurio. Debido a que el primer nombre que se le asignó fue Apatosaurio, oficialmente se le conoce así y no como Brontosaurio.

Restos fósiles de este dinosaurio han sido encontrados en Colorado, Utah, Oklahoma y Wyoming, Estados Unidos.

VELOCIRAPTOR



Especie: Velociraptor Mongoliensis.
Su nombre significa Rápido Cazador de Mongolia.
Vivió durante el periodo Cretácico tardío.
Medía hasta 1.8 metros de longitud y pesaba 15 kilogramos.
Era carnívoro. Se cree que su presa favorita era el Protoceratops.
Tenía el tamaño de un lobo actual y probablemente cazaba en grupo, lo que le p
ermitía matar presas mucho más grandes que él.

Al igual que Deinonicus, tenía una poderosa garra en sus patas, con la que hería de muerte a sus presas.

Sus fósiles han sido encontrados en Mongolia y China.

PROTOCERATOPS


Especie: Protoceratops Andrewsi.

Su nombre significa La Primera Cara con Cuernos de Adrews.

Vivió en el periodo Cretácico tardío.

Se alimentaba de plantas.

Medía aproximadamente dos metros de altura y pesaba hasta 177 kilos.

El nombre no es correcto porque en el cráneo no presenta auténticos cuernos, sino botones óseos sobre la punta de la nariz y las mejillas.

Sus fósiles se han encontrado en Mongolia y China.

ANQUILOSAURIO


Especie: Ankylosaurus

Su nombre significa El tanque acorazado

Vivió a finales del período Cretácico.
Medía hasta 10 metros de longitud y pesaba 4 Toneladas.

Se alimentaba de plantas y pudo vivir en grupos reducidos.

Pocos depredadores eran capaces de atravesar sus defensas. Ankylosaurus se encontraba protegido desde el borde de su sólido cráneo hasta la punta de su poderosa cola con placas blindadas y enormes y resistentes espinas. Ankylosaurus tenía un cuerpo que podía llegar hasta los 5 metros de ancho. Solamente su cráneo alcanzaba los 75 centímetros de longitud, y disponía de robustos cuernos triangulares en los laterales de su cabeza. Una de las características más interesantes del Ankylosaurus era una pesada maza ósea situada en el extremo de su cola. Construido a base de huesos fusionados actuaba como un arma letal contra la mayoría de los feroces depredadores.

Sus fósiles se han encontrado en Alberta, Canadá; Montana, EEUU

ESTEGOSAURIO


Especie: Stegosaurus Armatu

Su nombre significa Reptil Armado en el Lomo.

Vivió durante el periodo Jurásico tardío.

Medía entre 3 y 9 metros de largo y pesaba hasta 2 toneladas.

Se alimentaba de plantas.

La forma y tamaño de las placas sugieren que éstas le servían para regular la temperatura de su cuerpo. Las placas más grandes se situaban encima de su cadera. Estas podían medir hasta un metro de altura.

Se han encontrado fósiles en Wyoming, Utah y Colorado, Estados Unidos.

PAQUICEFALOSAURIO


Especie: Pachycephalosaurus Wyomingensis

Su nombre significa Reptil con Cabeza Gruesa de Wyoming.

Vivió en el periodo Cretácico tardío.

Medía 5 metros y pesaba 2 toneladas.

Era herbívoro.

Las características más sobresalientes son: la enorme bóveda ósea, de hasta 25 centímetros de espesor que presenta en su cabeza, y la serie de prominencias que la circundan. Se cree que dicha estructura le servía en los rituales de apareamiento.

Los fósiles de esta especie se han encontrado en Wyoming, Montana y Dakota de Sur, Estados Unidos.

ALOSAURIO




Especie: Allosaurus Fragilis
Su nombre significa Delicado Reptil Extraño.

Este carnívoro vivió en el periodo Jurásico tardío.

Medía aproximadamente 12 metros de largo y pesaba hasta 2 toneladas.

Se alimentaba de pequeños dinosaurios como el Camptosaurio y el Estegosaurio, además de lagartos y mamíferos.

Se caracteriza por las protuberancias que tiene delante de cada ojo. Hasta la fecha no se sabe con exactitud cuál era la función de éstas. Es uno de los dinosaurios de los que se tiene mayor información, sobre todo en lo que se refiere a su anatomía, aspecto y forma de vida.

Se han encontrado restos fósiles en el oeste de Estados Unidos, Portugal y Australia.

TRICERATOPS




Especie: Triceratops Horridus

Su nombre significa Horrible Cabeza con Tres Cuernos.

Vivió durante el periodo Cretácico tardío.

Medía 9 metros y pesaba aproximadamente 6 toneladas.

Este herbívoro se alimentaba de plantas duras y ricas en fibra.

Era el mayor de los dinosaurios cornudos que vivieron a finales del Cretácico. Sus dientes y su pico curvado, como el de un loro, no eran adecuados para masticar las plantas que comía, pero sí para cortar.

Se han encontrado restos fósiles en Canadá y Estados.

DIPLODOCUS


Especie: Diplodocus Longus
Su nombre significa Viga Doble.

Vivió durante el periodo Jurásico tardío.

Medía hasta 27 metros de largo y se calcula que pesaba 20 toneladas.

La dieta de este herbívoro pudo haber incluido hojas y frutos de árboles altos y arbustos, así como helechos y equisetos que crecían a nivel del suelo.

Los dientes de este dinosaurio se localizaban en la zona delantera de la mandíbula. Tenían forma de lápiz y estaban alineados de manera similar a los dientes de un peine. Diversos estudios sugieren que el Diplodocus no podía mantener su cuello levantado por mucho tiempo. El extremo de su cola era muy delgado, lo que le permitía usarla como un látigo para defenderse de sus depredadores.

Se han encontrado restos fósiles en Utah, Colorado y Wyoming, Estados Unidos.

ORNITOMIMO



Especie: Ornithomimus Velox
Su nombre significa Rápido Imitador de Aves.

Vivió durante el periodo Cretácico tardío.

Medía tres metros de largo y pesaba hasta 150 kilogramos.

Esta especie era omnívora. Se alimentaba de plantas, insectos y hasta huevos de otros dinosaurios.

Se le asignó este nombre por su gran parecido a las aves modernas, como el avestruz. Sus restos fósiles han sido encontrados en Colorado y Montana, Estados Unidos, y Alberta, Canadá.

ESPINOSAURIO


Especie: Spinosaurus Aegyptiacus
Su nombre significa Reptil Espinoso de Egipto.

Vivió durante el periodo Cretácico temprano.

El Espinosaurio medía hasta 15 metros de largo y pesaba cuatro toneladas.

Quizá la dieta de este carnívoro incluía pescado y otros dinosaurios. A la fecha no se han encontrado restos de comida en ningún fósil.

Se cree que su enorme cresta absorbía y dispersaba el calor. Así regulaba su temperatura corporal. Tal vez también le era útil para el cortejo.

Los fósiles de este dinosaurio han sido encontrados en Egipto, Túnez y Marruecos.

ANATOSAURIO

Especie: Hadrosauridos

Su nombre significa Pato Lagarto.

Vivió durante el periodo Cretácico tardío.

Medía entre 9 y 12 metros de longitud, 4 metros de altura y pesaban 3 toneladas.

Se alimentaba de hierbas y plantas muy duras.

Las patas delanteras eran menos fuertes que las traseras, por lo que su posición bípeda o tetrápoda variaba con la velocidad a la que deseaba desplazarse o si estaba detenido. Poseía una larga cola aplanada lateralmente y en su gran cabeza tenía un amplio pico semiesférico en su boca lleno de pequeños dientes con los que trituraba su alimento.

Los fósiles de este dinosaurio han sido encontrados en Canadá, y Estados Unidos (concretamente, se los ha hallado en Alberta, Montana y Nueva Jersey)

ARQUEOPTERIX



Especie: Archaeopterix Lithographica
Su nombre significa Ala Antigua.

Vivió en el periodo Jurásico. Era un dinosaurio carnívoro.

Medía aproximadamente 60 centímetros y pesaba 500 gramos.

Su dieta probablemente incluía pequeños reptiles, mamíferos e insectos.

Se le considera la primera ave. Es uno de los fósiles más importantes, porque aporta evidencias que apoyan la teoría de que las aves evolucionaron a partir de un antepasado que era dinosaurio. Los esqueletos fósiles de esta especie muestran que no eran tan buenos voladores como las aves actuales.

Hasta la fecha se han encontrado ocho ejemplares en el sur de Alemania.

PARASAUROLOFUS




Especie: Parasaurolophus Walkeri
Su nombre significa Semejante al Reptil con Cresta.

Vivió en el periodo Cretácico tardío.

Medía nueve metros de largo y pesaba dos toneladas.

Fue un herbívoro.

Caminaba tanto de manera bípeda como cuadrúpeda.

La característica más sobresaliente de este herbívoro es su cresta. Los científicos han propuesto varias teorías que tratan de explicar para qué le servía. Se cree que la utilizaban para emitir sonidos parecidos a los de un trombón y comunicarse entre ellos. Sus fósiles se han encontrado en Alberta, Canadá, y Utah y Nuevo México, Estados Unidos.

TEORIA SOBRE EL ORIGEN DE LA VIDA

Origen de la vida:
Todas las teorías científicas acerca del origen de la vida exigen que la edad de la Tierra sea de varios miles de
millones de años. Se tienen pruebas que apoyan esa suposición. Una de las líneas de evidencia se basa en la
observación de otros universos y en los estudios de las atmósferas de nuestros planetas vecinos.
Son dos las principales teorías acerca del origen de la vía. La teoría creacionista, basada en gran medida en la
narración bíblica del Génesis, afirma que la Tierra no tiene más de 10,000 años de edad, que cada especie fue
creada por separado durante un breve lapso de actividad divina ocurrido hace unos 6,000 años y que cada
especie tiene a mantener a través del tiempo su peculiaridad única y bien definida. El creacionismo científico,
un replanteamiento reciente de la teoría creacionista postulado por un grupo de geólogo e ingenieros
conservadores, fue causa en Estado Unidos de una serie de infructuosas batallas legales provocadas por los
fundamentalistas, quienes se empeñaban en que los sistemas escolares laicos estadounidenses incluyeran la
teoría creacionista como parte de las clases de biología, en las que por supuesto se enseña el concepto de
evolución.
La otra teoría (evolucionista) afirma que la vida surgió en un punto selecto ubicado en el extremo superior del
espectro continuo de ordenamientos cada vez más complejos de la materia. Es decir, que cuando la materia se
vuelve suficientemente compleja aparecen las características asociadas con la vida. A pesar de que ésta es una
teoría mecanicista, en ella se dio cabida a epifenómenos biológicos como el amor, la conciencia, la moralidad,
etc. cualidades que aparecen en las formas biológicas más danzadas; por ejemplo, el ser humano. Los biólogos
se inclinan por un origen natural de la vida.


Hipótesis de Alexandr Ivánovich Oparin

En la teoría mecanicista de la vida se postula que la mejor manera de explicar las complejas reacciones de los
seres vivos es recurrir a las propiedades de sus partes componentes, además, se afirma que una ordenada
serie de fenómenos de causa y efecto condujo al surgimiento de la vida a partir de conjuntos de sustancias
inorgánicas sencillas, las cuales fueron convirtiéndose en macromoléculas orgánicas cada vez más complejas.
A. I. Oparin presentó a sus colegas soviéticos en 1924 una clara y rigurosa explicación de cómo pudo haber
acontecido esa evolución de la vida a partir del reino abiótico de la química y la física. Para 1936, sus ideas ya
habían sido aceptadas en el mundo entero.
La hipótesis de Oparin principia con el origen de la Tierra hace unos 4,600 millones de años. Es casi seguro
que la atmósfera primitiva era reductora, quizá con altas concentraciones de metano (CH

4

), vapor de agua

(H2O), amoniaco (NH3) y algo de hidrógeno (H2). Una atmósfera de esa naturaleza debió promover la síntesis
química. Conforme la Tierra se enfrió, buena parte del vapor se condensó para formar los mares primitivos.
La mayor parte del trabajo experimental de Oparin se relacionó con la exploración de las propiedades de los
coacervados y su posible participación en la evolución de las primeras células vivas. En opinión de este
científico, desde las primeras etapas del desarrollo de la materia viva debió haber síntesis de proteínas a partir
de los aminoácidos.
Stanley Miller dio apoyo experimental a la idea de Oparin de que las condiciones y las moléculas inorgánicas
simples de la atmósfera primitiva del planeta tenían realmente la capacidad de combinarse para formar
moléculas orgánicas de los seres vivos. Miller, quien fue discípulo del premio Nobel Harold Urey (University of
Chicago), dispuso un aparato de Tesla que producía pequeñas cargas eléctricas en el interior de un sistema
cerrado que contenía metano, amoniaco, vapor de agua y un poco de hidrógeno gaseoso. Los resultados de
esa estimulación enérgica de una atmósfera parecida a la de la Tierra primitiva fueron asombrosos. Se formaron
diversas moléculas orgánicas entre las que se destacaron cetonas, aldehídos y ácidos, pero lo más importante
de todo fue que se sintetizaron aminoácidos. Dado que las proteínas son indispensables para la estructura y el
funcionamiento de las células vivas.


Aristóteles que los peces, las ranas, los ratones, los gusanillos y los insectos se generaban a partir de un
material creador adecuado, procedente del lodo, de materia orgánica en descomposición y de los suelos
húmedos. En la edad Media, esta teoría se vio reforzada por la literatura y algunas ideas fantásticas como la
que afirmaba que los gansos eran producidos por los “árboles gansos”, bajo ciertas condiciones. En el siglo
XVII, Juan van Helmont, un científico belga, construyó un aparato ara generar ratones de las camisas viejas.
En el siglo XVII, cuando el físico y poeta italiano Francesco Redi refutó, en torno a 1660, la idea imperante de
que las larvas de las moscas se generaban en la carne putrefacta expuesta al aire. Francisco Redi (1626 –
1627), poeta y médico italiano llevó a cabo un experimento de gran trascendencia, motivado por sus ideas
contrarias a la generación espontánea. Concluyó, como resultado de su experiencia, que los gusanos no eran
generados por la materia putrefacta, sino que descendían de sus progenitores como todos los animales. Redi
formuló la llamada teoría de la biogénesis en la que afirmaba que la vida sólo se origina de la vida. En 1768,
el naturalista italiano Lazzaro Spallanzani eclesiástico italiano, demostró que si un caldo se esteriliza por
medio de calor y se tapa herméticamente, no se descompone debido a que se impide el acceso a los
microbios causantes de la putrefacción. Spallanzani empleó en sus experimentos cultivos de vegetales y otras
sustancias orgánicas, que después de someter a elevadas temperaturas colocaban recipientes, algunos de
los cuales cerraba herméticamente, mientras que otros los dejaba abiertos, lo que dio como resultado que en
los primeros no se forma microbio, en tanto que en los abiertos sí. En 1836, el naturalista alemán Theodor
Schwann proporcionó pruebas adicionales mediante experimentos más meticulosos de este tipo. La polémica,
que duro más de dos siglos y en a que algunos científicos apoyaban la generación espontánea y otros la
biogénesis, concluyó con el empleo del “matraz de Pasteur”, inventado por el químico y microbiólogo francés
Louis Pasteur, quien resumió sus hallazgos en su libro Sobre las partículas organizadas que existen en el aire
(1862). En caldos de cultivo estériles, que se dejaba expuestos al aire, él encontraba, al cabo de uno o dos
días, abundantes microorganismos vivos. El botánico alemán Ferdinand Julius Cohn clasificó a estos
organismos entre las plantas (una clasificación vigente hasta el siglo XIX) y los llamó bacterias. Al final, el
físico británico John Tyndall demostró en 1869, al pasar un rayo de luz a través del aire de un recipiente, que
siempre que había polvo presente se producía la putrefacción y que cuando el polvo estaba ausente la
putrefacción no ocurría. Estos experimentos acabaron con la teoría de la generación espontánea.
La panespermia
Existen, además de la generación espontánea, otras teorías que tratan de explicar con ciertas bases
científicas el origen de la vida en nuestro planeta. Una de ellas es la panespermia, propuesta en 1908 por
Arrhenius, y que afirma que ciertos gérmenes vivientes llegaron adheridos a algunos meteoritos, a los que se
les da el nombre de cosmozoarios. Éstos, al encontrar las condiciones adecuadas en los mares terrestres,
evolucionan hasta alcanzar el grado de desarrollo que presentan los organismos en la actualidad.


Origen de la vida en la Tierra
Es una declaración demasiado obvia decir que las condiciones de la Tierra fueron distintas al principio de lo
que son ahora. La superficie del planeta fue quizá lo bastante caliente como para hervir el agua y la
atmósfera consistió de gases venenosos. Las condiciones eran inhóspitas para la vida, como la conocemos
ahora; sin embargo, bajo estas condiciones austeras, se piensa que la vida se originó hace aproximadamente
3 mil millones de años. La mayoría de los científicos piensan que la vida surgió de sustancias abióticas.
Alternamente, algunos científicos sugieren que la vida, o cuando menos sus precursores, llegó a la tierra
como esporas llevadas en meteoritos o que quizá fue sembrada por alguna civilización extraterrestre
tecnológicamente avanzada. Sin embargo, estas alternativas sólo dan una respuesta; no explican cómo
surgió la vida inicialmente.