domingo, 22 de enero de 2012

DINOSAURIOS // TEORÍA SOBRE SU FIN

Una de las extinciones que más hace pensar a los paleontólogos es la de los dinosaurios, la más aceptada es que el impacto de un asteroide creó un caos en el mundo que terminó llevando a los reptiles gigantes a la tumba. Otra dice que fue una erupción volcánica masiva que también conmocionó al mundo. Pero ahora hay otra teoría en el tapete, por lo menos sorprendente: las criaturas más grandes que vivieron sobre la tierra sucumbieron por culpa de… los insectos.

Según un grupo de paleontólogos una importante contribución a la extinción de los dinosaurios pudo haber sido la aparición y evolución de los insectos, especialmente por los que eran capaces de transmitir nuevas enfermedades.
Gracias al ámbar los insectos de la época de los dinosaurios han sido capturados casi como eran en vida, preservando incluso la sangre que habían extraído de los animales que picaron.

Hay evidencias de que algún evento catastrófico, como un asteroide enorme o ríos de lava, ocurrieron en esta época, pero esos eventos no proveen una explicación completa para el declive gradual de la población de dinosaurios., e incluso sobre cómo algunos dinosaurios sobrevivieron miles de años luego del K-T Boundary.
Para George y Roberta Poinar los insectos y las enfermedades podrían ser una explicación, ya que serían lentos en actuar y en terminar su trabajo.
El ámbar tiene la habilidad única de capturar pequeños animales y materiales casi con perfección durante millones de años. Si recuerdan la película Jurasic Park, era gracias a mosquitos preservados en ámbar que podían conseguir la sangre que esos insectos habían extraído de los dinosaurios, y así reconstruían su ADN.

Los Poinar no lo usaron para volver a la vida a los dinosaurios, sino para estudiar a fondo ese mundo de hace millones de años.

“Durante el cretáceo, la asociación entre insectos, microbios y la transmisión de enfermedades estaba recién emergiendo”, dicen los Poinar. “Nosotros descubrimos en las entrañas de un insecto que picaba, preservado en ámbar de esa era, el patógeno que causa leishmania, una enfermedad seria todavía hoy en día, que puede infectar tanto a reptiles como a humanos. En otro insecto, descubrimos organismos que causan la malaria, un tipo que infecta a aves y lagartijas hoy en día”.
En las heces de dinosaurio descubrieron nematodos, trematodos e incluso protozoos que podrían haber causado la disentería y otros disturbios estomacales.

Hacia fines del cretáceo, la época en que los dinos comenzaron a disminuir, el mundo estaba cubierto con áreas tropicales y cálidas que literalmente estaba repleta de insectos chupa sangre que justamente llevaban de un lado a otro todas estas enfermedades descubiertas por los Poinar. Así causaban epidemias que lentamente disminuyeron la población de dinosaurios, dicen los autores.

Y los insectos no sólo llenaron a los dinosaurios de enfermedades, sino que ayudaron en la propagación de las plantas con flores, que reemplazaron a las gimnospermas, estas últimas el alimento de los dinosaurios saurópodos (vegetarianos).
Así la confluencia de nuevos insectos que esparcían nuevas enfermedades, más la pérdida de sus fuentes tradicionales de alimento y la competición por las plantas con esos mismos insectos pudo proveer una condición que fue debilitando y aniquilando a los dinosaurios, de a poco, lentamente.